TELEVISIóN
28 de agosto de 2022
Canta Conmigo Ahora, el show más grande de la tevé: cómo se armo el mega estudio y los números del programa
El primer desafío que tuvo que enfrentar el equipo técnico fue la altura de la escenografía. Trabajaron en conjunto herreros, carpinteros, ingenieros de sonido y productores. Comparable con Eurovisión, en los 1200 metros cuadrados de estudio, en cada programa que conduce Tinelli juegan 130 micrófonos, 17 cámaras y más de 600 metros de pantallas
Se abren las puertas del estudio ubicado en Don Torcuato: se encienden las luces, las cámaras se alistan, los jurados y el público ingresan a sus butacas. Camarógrafos, productores, Marcela Feudale para la locución, asistentes, sonidistas y gente de vestuario y maquillaje -entre tantos otras profesiones- ya están ubicados en sus puestos de trabajo. Ingresa Marcelo Tinelli micrófono en mano y Fernando Rolón, el director, anuncia: “Estamos grabando”. Comienza el show televisivo más grande de la Argentina. Comienzan los sueños de los cantantes. Comienza Canta Conmigo Ahora.
Los artistas que se enfrentan a “los cien” dicen estar nerviosos. Y no es para menos, la magnitud del estudio y la cantidad de luces y pantallas intimidan. Sin embargo, la gente poniendo manos a la obra para que ellos se luzcan les aportan confianza y hacen que todo y todos brillen del otro lado del televisor (o del celular).
Adrian Mustone trabaja desde 1997 con Marcelo Tinelli en la producción. Entre grabación y grabación, el jefe técnico le contó a Teleshow cómo se montó el lugar para semejante show, para lo cual se requirió el trabajo no solo de técnicos, sino del equipo de artística y escenografía, carpinteros y herreros.
El primer desafío fue la altura. Mientras la mayoría de las escenografías, aún con tribuna, llegan a los cuatro metros, ésta ya que ocupa un rol fundamental en la historia, mide nueve. El paso inicial entonces fue subir la parrilla de luces tres metros, ahora está en 10 metros: “Para poder hacerlo hubo gente trabajando dos meses”.
“Compramos un formato, por lo que muchas cosas hay que hacerlas iguales al original como la escenografía, idéntica a la de la BBC. Todo se trabajó en conjunto con el director y el canal. Desde enero que estamos con este proyecto en donde hay mucha gente involucrada. Más de 30 herreros trabajaron día y noche para hacer la parrilla, unos doce carpinteros se encargaron de la escenografía, más electricistas que trabajaron con los directores de fotografía por el tema de las luces, ingenieros de sonido. A medida que avanzaba todo, comenzaban a jugar más rubros”, agregó.
El estudio de Canta Conmigo Ahora, en números:
- 40 metros x 30 son las medidas del estudio, 1.200 metros cuadrados.
- 10 metros es la altura a la que está ubicada la parrilla de luces.
- 9 metros, es la altura de la tribuna de donde se posicionan los cien jurados, sector central del programa.
-30 metros x 9 de alto mide la tribuna: es escalonada, mide de frente de 20 metros y el resto (10 más) se completan con las escaleras.
-130, es la cantidad aproximada de micrófonos que hay en juego.
- 600 metros cuadrados de pantallas apostadas a lo largo de toda la escenografía.
-Alrededor de 300 es la cantidad de luces que hay en el estudio: 100 luces leds que iluminan al jurado más allá de que voten o no, 70 en la parrilla, seis seguidores, más spots y leds.
- 90 personas, entre técnicos y productores trabajan en el piso durante la grabación.
- Más de 20 es la cantidad de personas que trabajan en el control.
- 17 cámaras: cinco de ellas apuntan a la tribuna de los jurados, debajo una robótica en una vía también los enfoca, y detrás del escenario hay cámaras para los contraplanos de los concursantes y delante, para ver las performances, otras que apuntan para planos cortos a los participantes del podio, una grúa, otra cámara arriba del jurado y cuatro en el piso para los planos cortos. Además de una portátil, steady cam, la cámara que usa Tinelli al costado para los copetes y otras atrás de escena, para mostrar cómo se preparan los concursantes.
El botón
Cada integrante del jurado tiene luz propia y no por su virtuosismo en lo musical, sino en el sentido literal. Todos tienen una luz que se llama lico. Cada vez que aprietan el botón, a través de un software programado para ello, se dispara una señal y... se prende el farol, se abre el micrófono para que el artista cante y cambia el color de la pantalla que está a su espalda. Además, el voto se suma de manera automática al contador de puntos.
El mencionado botón se activa una vez pasados los 30 o 40 segundos de la performance, según cuadre bien en la canción elegida por el participante, ya que conlleva un efecto de luz y sonido. Una pantalla les indica a los jurados a partir de cuándo pueden presionarlo.
Un estudio 360
El eje se rompe por completo. No hay delante ni detrás de cámara ya que plano (el escenario donde Tinelli y los participantes están) y contraplano (la tribuna del jurado) son protagonistas. Por lo tanto, los cuatro laterales del estudio se enfocan (a la derecha del escenario están los familiares de los concursantes y a la izquierda el podio y el público). Además, al costado derecho de las escaleras del jurado Marcelo se posiciona para hacer sus copetes.
“Hay cámaras en todos lados. Porque se hacen plano y contraplano siempre cruzados”, dijo Mustone. Más allá de lo que pase en el piso, el trabajo del director de cámaras -quien elige qué cámara sale al aire en cada momento- es crucial para darle ritmo al programa. Fernando Rolón ocupa el rol y los años de experiencia en el rubro le dan la habilidad para manejar casi una veintena de cámaras con su consola.
Sonido
Los micrófonos merecen un apartado especial. Además de Tinelli, el concursante (que también tiene cucaracha), Marcela Feudale y los acompañantes que usan un micrófono de mano que un asistente de sonido le alcanza cada vez que el conductor los invita a hablar, cada integrante del jurado tiene un micrófono labial. Además, el escenario tiene un monitoreo envolvente. Lo que hace la suma de aproximadamente 130 dispositivos.
Aunque no tengan retorno al piso, los micrófonos de los participantes están siempre encendidos grabando. Solo se apagan cuando Marcelo presenta al participante. Se vuelven a encender a medida que aprietan el botón para votar y cantar. Es decir que todo lo que ellos dicen desde ese momento, queda captado y luego en la etapa de post producción, se elige el sonido de qué micrófono se quiere sumar, ya que resultaría indistinguible todo.
Cuando están prendidos están muteados y desde la consola se sube el sonido para que haya retorno en el piso cuando Tinelli les da la palabra (cuatro operadores se encargan de esos cien micrófonos). Por eso el sonidista siempre les pide que no pregunten “¿se escucha?” ya que aunque no se escuche, siempre están activos.
¿Cómo eligen cuál de todos los comentarios poner en edición? Para simplificar la tarea, en el control durante la grabación hay un equipo de visualizadores que está atento a lo que pasa en la tribuna para pasarlo a los productores y que puedan sacarle el jugo de la mejor manera a cada situación.
Piso y control
Casi un centenar de personas trabajan en el piso al momento de la grabación entre camarógrafos y asistentes de cámara, sonidistas y productores. Por ejemplo, en cada piso de la tribuna hay un productor encargado del nivel, atento a lo que necesite el jurado. Otros productores apuntan información al conductor a través de carteles y otros pasan las letras de los telepronter.
Junto con el director Rolón, en el control trabajan más de 20 personas entre los visualizadores, los operadores de sonido y demás. El espacio se divide en dos: el control principal, y uno paralelo donde hay tres consolas más de sonido.
A medida que pasan las semanas, el trabajo se va aceitando y se convierte en un engranaje perfecto, en el que cada uno cumple su rol para sacar adelante un proyecto en equipo. Eso hizo que se redujeran notablemente los tiempos de producción: “Los primeros programas los hacíamos en tres horas”. Ahora no llegan a las dos horas. Una vez amasado el pan, aún le falta el golpe de horno, en este caso la edición, que tarda aproximadamente una semana en hacerse.
“Siempre se labura en equipo, somos como una familia”, analizó Mustone con sentimiento, sin hacer alusión al nombre de la productora (LaFlia): “Estamos pendientes de que salga bien todo, todos quieren que salga bien el laburo de todos”.
“Cada área tiene su cabeza y va bajando todo”, dijo y agregó: “Se me infla el pecho cada vez que veo el programa. Estoy desde el día cero en este proyecto y verlo hecho realidad es un orgullo enorme”. Sobre si vio algo así alguna vez en la televisión local, dijo que no recuerda y comparó la producción con el festival Eurovisión: “Veía eso y pensaba que soñaba con algo así, con otros formatos como el Soñando hicimos cosas grandes, pero esto es impresionante”.
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