El escándalo en El Porvenir por los cuatro futbolistas que habrían cobrado dinero para jugar en contra de los intereses del equipo sacó a la luz un tema polémico: las apuestas en el fútbol y el vínculo entre representantes y jugadores para llevar adelante una maniobra penada por la Ley del Deporte y por el Reglamento de la AFA.

La causa por “averiguación de ilícito” que tiene la Fiscalía número 6 de Lanús sigue adelante. El Porvenir denunció a sus propios jugadores y en los últimos días fueron allanados los domicilios de los futbolistas del club de Primera C mencionados por sus compañeros por haber recibido dinero para hacer goles en contra, dejarse hacer un gol o tirar la pelota al córner. La Justicia también investiga al representante Brian Simone y a un arquero del club General Lamadrid, apuntados por los jugadores como los que traían las ofertas.

A partir de las declaraciones testimoniales que figuran en el expediente al que tuvo acceso TN se puede reconstruir el mecanismo utilizado para “comprar” jugadores y que “vayan para atrás”, como se dice en la jerga futbolera.

Una red con representantes a la cabeza y jugadores utilizados para captar a sus compañeros

El punto inicial de esta maniobra sería una red de representantes que se contacta con jugadores y les ofrece el servicio de representación y dinero a cambio de perjudicar a su equipo cuando ellos se lo pidan. Si aceptan, los convierten en un nexo dentro de los planteles para llegar a otros futbolistas.

En El Porvenir se detectaron dos jugadores que, de acuerdo a la declaración de sus compañeros, facilitaban la llegada de las ofertas al vestuario, ya sea de manera directa o sugiriendo una reunión con determinado representante que luego hacía la propuesta.

Otro punto destacado es la posibilidad concreta de que algunos futbolistas se involucren directamente en la oferta. Por ejemplo, uno de los jugadores de El Porvenir mencionó directamente el llamado de un arquero de General Lamadrid que le ofreció la representación de un agente de jugadores siempre y cuando aceptara ir para atrás cuando se lo pidieran.

Apuestas en el fútbol: los montos de dinero que se manejan

Los montos que se ofrecen para “patear en contra” van desde los 12 mil a los 300 mil pesos, de acuerdo a lo que se pida. Lo que más se paga es un gol en contra. Después, que el arquero se deje hacer goles. En tercer lugar cotizan los penales. También hay plata por tirar la pelota al córner.

Por ahora no se detectó la intervención de dirigentes de los clubes dentro de la operatoria.

En los próximos días la Justicia analizará el contenido de los teléfonos celulares de los futbolistas para determinar si hay mensajes o conversaciones que puedan aportar más datos.

La declaración de los jugadores de El Porvenir

El arquero Diego Córdoba fue uno de los que prestó declaración y reveló lo sucedido: “Un compañero me ofreció 100 dólares por perder el primer tiempo contra Berazategui, a lo que yo me opongo terminantemente, por lo que me dice que no cuente nada a nadie para que él no se queme”.

“Después, recibí un llamado de una persona que se presentó como B.S, quien me dijo que trabaja con una empresa de representantes y me invitó a tener una reunión... Aclaro que concurrí suponiendo que me iba a ofrecer su representación... Luego de presentarse me dijo que él trabaja con jugadores, pero que éstos le deben realizar un favor: en algunos partidos sus representados deben hacer lo que ese grupo de representantes le ordenen”, dijo en una parte de su declaración.

Luego agregó: “En mi caso, me pidieron que contra Berazategui me tenía que dejar hacer dos o tres goles en el primer tiempo y hacer un penal. Por los goles me iban a pagar 300 dólares y por el penal 100 dólares más. Yo les dije que me negaba terminantemente. Me dijo que lo piense que me iba a llamar de nuevo, a lo que le dije que ni me llamara”, amplió el arquero en la declaración.

Otro de los futbolistas que prestó declaración, Iván Massi, mencionó a un arquero de otro club de Primera C, como el nexo con el grupo de representantes: “Me llamó y me dijo que él trabaja para un grupo de representantes y que la condición para representar jugadores era ir para atrás o perjudicar al equipo cuando la empresa se lo pidiera. Le respondí que no me interesaba”.

“Los arreglos consistían en provocar córners, goles, penales, tirar el equipo para atrás y que por eso pagaban sumas de dinero de entre 10 y 15 mil pesos”, especificó Massi.