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POLITICA

3 de agosto de 2021

La furia de Cristina Kirchner tras la rebelión de Agustín Rossi: ¿cómo hará el oficialismo para mantener la mayoría K en el Senado?

La historia empezó torcida y terminó dividiendo al peronismo de Santa Fe. El funcionario dejará el Ministerio de Defensa y competirá en una PASO muy caliente.

Buena parte del gabinete nacional está desconcertado tras las declaraciones a los medios que hizo el presidente Alberto Fernández respecto a una conducta “ética” que les impuso a los funcionarios nacionales que son precandidatos para las elecciones legislativas. Deben renunciar a sus puestos para hacer campaña.

El suceso se desató tras la “rebelión” de uno de sus ministros, que hasta ese momento era uno de sus más leales y elogiados por el Jefe de Estado. Se trata de quien es todavía formalmente el titular de Defensa, Agustín “El Chivo” Rossi. Fue él quién dijo que se enteró “por televisión que debía dimitir para cumplir esa regla”, que dijo desconocer.

Así lo aseguró en una entrevista en el programa A Dos Voces, de TN. Este domingo, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero lo contradijo: “Los candidatos sabían que tenían que renunciar”. El estrépito y la sorpresa se produjo porque además de Rossi deberán entonces dejar sus cargos varios otros funcionarios.

¿Por qué se produjo esta confusión en el Gobierno?

Tres fuentes calificadas del Gabinete le dieron su versión a TN.com.ar: la reacción del Presidente la produjo “El Chivo” y su intransigencia. Haciendo honor a su apodo, se negó a “bajar” su candidatura a precandidato a senador por Santa Fe en una lista a la que sumó a la actual vicegobernador de esa provincia, para enfrentar en las primarias a la lista que responde al mandatario provincial Omar Perotti.

Quien finalmente empujó la salida de Rossi del Ministerio de Defensa fue la vicepresidenta Cristina Kirchner, que transmitió su enojo al jefe de Estado cuando supo que Rossi se negaba a abandonar la pelea electoral contra Perotti.

En la Casa Rosada estaban convencidos que “El Chivo” cedería a los pedidos de sus dos jefes, los Fernández. Se mantuvo firme. El escenario preocupa ahora tanto a los dos Fernández. Ella, Cristina, no suele tolerar las desobediencias.

El panorama electoral en Santa Fe, que afectó también al equipo de el Presidente, podría provocar una derrota en una provincia en la que el oficialismo podría perder a uno de los dos senadores que son cruciales para mantener la mayoría K en la Cámara alta.

La historia empezó torcida y terminó dividiendo al peronismo santafesino. Aunque la oposición de Juntos por el Cambio también irá a las primarias de ese distrito con cinco listas diferentes, la unidad del Frente de Todos era considerada esencial para los estrategas de la campaña K.

Según se pudo reconstruir en base a fuentes indiscutibles de la alianza gobernante, Rossi se encabronó porque había sido el Presidente el que lo alentó a competir en su distrito. La relación de Fernández (Alberto) con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, era tirante pero ambos son dirigentes de diálogo conciliador y nunca rompieron el vínculo.

Pero la pelea electoral por el poder hizo dar la vuelta aquellos recuerdos agrios: la vice se reunió el viernes anterior al cierre de listas con el gobernador de Santa Fe y acordó la paz. De acuerdo a fuentes oficiales de la gestión santafesina, Perotti logró el apoyo de la familia Kirchner proponiéndole a la vice que una de sus senadoras de mayor confianza, la santafesina María de los Ángeles Sacnum, sea precandidata para renovar su banca en una fórmula que encabeza Marcelo Lewandowski, de confianza del mandatario. Perotti relegó a quien iba a encabezar esa precandidaturua, Roberto Mirella, como primer precandidato a diputado nacional.

Rossi intentó consensuar con Perotti una lista de candidatos para potenciar al peronismo de la provincia en los comicios. Pero aseguró que solo recibió resistencias de parte del mandatario santafesino.

Las fuentes involucradas en esta trama afirman que una vez terminada la reunión en la que volvió la paz entre Perotti con Cristina, el gobernador recibió un llamado del Presidente: “Quedate tranquilo, a Rossi lo convencemos para que se baje y así evitamos la interna del peronismo en tu provincia”, le habría dicho, palabras más, palabras menos.

Este lunes, Rossi confesó en una declaración radial: “Perotti me dijo que consideraba inconveniente que participe de las listas en esta oportunidad por el desgaste que tengo de ser kirchnerista. Fue así de textual”.

El análisis de Perotti respecto de Rossi es que justamente por su identificación con los K se iba a dificultar hacer proselitismo junto a él en una provincia donde los productores rurales y otros sectores de la sociedad militan el antikirchnerismo.

  • Rossi compartirá fórmula junto a la vicegobernadora de Perotti, Alejandra Rodenas.
  • El gobernador se inscribió como precandidato a senador suplente para que la militancia que lo llevó a su cargo se involucre en la campaña.
  • Rossi anunció que dejará el ministerio y le pide al Gobernador que pida licencia de su puesto si también será parte de las primarias. La vice ya solicitó la licencia de su puesto.
  • La actitud de Rossi enojó a los Kirchner y por eso Cristina empujó al Presidente para que obligue renunciar a titular de Defensa.

Vueltas pragmáticas del poder: la vice aceptó volver a conciliar con Perotti, su exenemigo, y quien era su aliado histórico, Rossi, quedó en la vereda de enfrente.

¿Por qué Rossi no era buen precandidato para el mandatario santafesino debido a su inocultable kirchnerismo, pero al mismo tiempo incluyó en su lista a la senadora ultra K, Sacnum?

La legisladora debió también ceder por su antigua confrontación con Perotti y hoy destaca la importancia de ser parte de su lista pese a sus “distintos matices” en la política provincial y partidaria.

El enredo del PJ de Santa Fe es total. Los aliados de antes son hoy rivales. Y parte de los adversarios del peronismo local se unieron.

Rossi y Rodenas dejarán sus puestos, pero Perotti no. Su argumento para evitar la licencia tiene cierta solidez: es gobernador y se postula a precandidato suplente.

Rossi lo considera inaceptable y pide que las mismas reglas que se aplicaron para él sean también la norma igualitaria para el resto de sus “compañeros” peronistas que tomaron su misma decisión: postularse siendo funcionario. No pasó.

La vice Fernández, quizás impulsada por La Cámpora, que no tiene a Rossi entre sus dirigentes aliados, generó el nuevo escenario de casi ruptura donde se negociaba la unidad.

 

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