“No, no estamos teniendo acceso, muchas veces, a muchos productos por falta de insumos que las mismas empresas tienen y no pueden producir por no poder terminarlos para poder sacarlos al consumo de Argentina. En casos como los nuestros está muy complicado. Lo único que está favoreciendo es que llegan a comprar desde el exterior pero no todo lo que les alcanza”, dijo.

Agregó que a pesar de que el Paso San Francisco está cerrado la mayoría de las semanas, cuando abren la gente se acerca a los comercios y notan que se trata de personas de Chile.

“La verdad que es increíble, pero sí, en Fiambalá se nota mucho. En la sucursal que tenemos en Fiambalá tenemos que ya son clientes cotidianos de todos los meses. Todos los meses vienen, es una caravana; son 15 camionetas que están viniendo al país. Vienen, compran y se van. Ellos dicen que se trata del 50 % menos, más barato que en Chile”, señaló.

Habituales

En la frontera que une Santiago de Chile con Mendoza hay filas que alcanzan varios kilómetros y esperas de hasta cinco horas en la Aduana para ingresar a la Argentina y realizar como principal actividad del viaje el tour de compras a super e hipermercados, publicaron semanas atrás en el diario Perfil.

Según la Delegación de Migraciones en Mendoza, se marcó un récord de visitantes del país vecino en abril, con 194.345 personas ingresadas desde Chile, superando los niveles previos a la pandemia, en los que el movimiento promedio era de 128.098 personas por mes.

Paso cerrado

Algunos comerciantes dijeron que habría mayores beneficios si el Paso San Francisco se habilita más días y en una franja horaria mayor, de este modo la gente podría llegar y quedarse por varios días en Tinogasta y Fiambalá y luego volver sabiendo que tiene un Paso sin complicaciones, algo que no sucede desde hace mucho tiempo, ya que existe un límite en día y horarios para cruzar de Chile a Catamarca y viceversa.