Dana Martínez confesó el crimen de su expareja Fernando Reyes en La Ciénaga, departamento Belén, según informaron fuentes judiciales. La mujer rompió el silencio en la indagatoria ante la fiscal de Instrucción de la Tercera Circunscripción Judicial, Marina Villagra. Martínez aseguró que ella era víctima de violencia de género por parte de Reyes.

Según la información a la que accedió este medio, la indagatoria de Martínez duro unas ocho horas, y finalizó a las 3:00 de la madrugada de ayer. El acto judicial se desarrolló en las instalaciones de la Fiscalía de Belén, ubicada en la ciudad de Belén. La imputada fue asistida por una defensora oficial.

De acuerdo a lo que conoció este diario, hoy se realizará la audiencia de control de detención de Martínez en el Juzgado de Control de Garantías, y se definirá si ella continúa detenida o no.

Los investigadores también sospechan que en este homicidio participó una tercera persona.

La fiscal Villagra imputó a Martínez por el delito de “homicidio doblemente calificado por alevosía y mediar una relación de pareja”. Simón Alcides Toranzos, quien sería la actual pareja de Martínez, fue acusado por el delito de “homicidio agravado por alevosía”.

Toranzos tuvo ayer su audiencia de indagatoria y se abstuvo de declarar.

Por otra parte, se concretó el arresto en averiguación del hecho de una mujer de apellido Villagra, quien es amiga de Martínez. Todavía no se conocieron los motivos por los cuales quedó arrestada. Este medio pudo saber que hay familiares de Reyes llegaron desde la provincia de Jujuy hasta Belén para interiorizarse en la causa y conocer los detalles.

Las fuentes detallaron a este medio que Martínez y Reyes tienen dos hijos en común. Reyes, oriundo de Jujuy, había arribado a Catamarca en julio del año pasado.

Hecho

El domingo 7 de mayo, se conoció que los restos óseos hallados en La Ciénaga son humanos. Ante esta situación, Martínez, quien el sábado 6 de mayo había sido arrestada en el marco de la investigación por la desaparición de su expareja, quedó en calidad de detenida.

Toranzos, quien sería la actual pareja de la sospechosa, quedó involucrado en la investigación.

Reyes vivía en una casa alquilada. El propietario del inmueble, de apellido Cruz, al notar que faltaba del domicilio desde fines de noviembre del año pasado, consultó a Martínez sobre su

paradero. La mujer respondió que éste había viajado a Jujuy, de donde era oriundo.Finalmente, Cruz dio aviso a la Policía y el viernes 5 de mayo inició la búsqueda, bajo las directivas de la fiscal Villagra.

El sábado, Martínez fue arrestada y según fuentes policiales, durante el operativo la mujer dio una versión sobre lo que supuestamente había sucedido con su expareja.

Presuntamente, a principios de noviembre, ella golpeó a Reyes durante una fuerte discusión. Por las lesiones recibidas el hombre falleció. Para ocultar lo sucedido habría incinerado el cadáver en una fogata a cielo abierto, lo que logró parcialmente.

Supuestamente, enterró el resto del cuerpo en un descampado alejado del inmueble donde Reyes vivía y donde el sábado fueron hallados por perros de la División Canes de la Policía.

Entre las principales hipótesis, los investigadores apuntan a una posible intervención de Toranzo en el supuesto crimen y posteriores maniobras tendientes a lograr ocultar el hecho de sangre y en el caso de ser descubierto, desviar la investigación.

Homicidios criminis causa

Mientras la Fiscalía avanza rápidamente en la investigación del asesinato de Reyes, tres personas ya fueron detenidas, de las cuales dos fueron imputadas.

A diferencia con los tremendos hechos de sangre registrados en Belén en los años 2009 y 2019, este homicidio habría sido cometido en un contexto de violencia de género, siempre de acuerdo a los primeros testimonios brindados por Martínez.

Los otros dos hechos fueron en contexto de robo. Quedó plasmado en las sentencias dictadas a los delincuentes que dieron muerte a sus víctimas para ocultar dos robos.

El crimen del año 2009, ocurrió en El Shincal, Londres, cuando el estudiante Sebastián Musacchio (22) fue ultimado a golpes.

El joven estudiaba luthería en Tucumán. Era oriundo de de Comodoro Rivadavia, Chubut y había viajado a Catamarca para conocer la ciudad precolombina incaica. Por el hecho, Santos Quispe y José Antonio Yapura, ambos vecinos de Londres, fueron condenados a prisión perpetua como "coautores del delito de homicidio doblemente calificado, agravado por alevosía, criminis causa y robo en concurso real".

El otro asesinato fue el del docente Luis "Tío" Héctor Calderón, en el 2019. A diferencia del caso anterior hubo un solo sospechoso condenado. Gabriel “Gabocha” Carrizo fue sentenciado a prisión perpetua por “homicidio agravado, criminis causa y robo en concurso real”.

En el juicio se determinó que "Gabocha" intentó robarle dinero a Calderón, quien advirtió la maniobra. Para ocultar el ilícito, "Gabocha" asesinó a golpes al docente y luego le sustrajo el dinero. Los dos casos tuvieron fuerte repercusión nacional.