Una movilización para los propios, con un mensaje exclusivamente dirigido a la interna: con la excusa del Día de la Militancia, el Gobierno realizará este miércoles un acto masivo en la Plaza de Mayo con Alberto Fernández a la cabeza para “festejar” los resultados de las elecciones del domingo. El mensaje será doble: “unidad” y “relanzamiento de gestión”.

La organización del acto, que se realizará desde las 15, quedó a cargo de Juan Manzur. El jefe de Gabinete mantuvo entre este lunes y martes reuniones frenéticas con dirigentes de la CGT, movimientos sociales, referentes de La Cámpora, intendentes y gobernadores oficialistas.

“El objetivo es meter 100.000 personas en la Plaza”, señalan un referente de una de los movimientos convocante. El número será difícil de probar, pero definitivamente todos los sectores que participaran tienen enorme fuerza movilizadora.

La marcha había nacido antes de las elecciones de este domingo, motorizada por sindicatos y organizaciones sociales para darle un respaldo al Presidente ante la inminencia de una nueva derrota electoral y otro estallido interno.

La Cámpora se sumó en última instancia y la movilización congregará a todos los sectores de la coalición oficialista. Pero no hay alegría en el cristinismo por la marcha de este miércoles: el mensaje, cree cerca de la vicepresidenta Cristina Kirchner, está dirigido a su sector.

“Todos unidos triunfaremos”, es la consigna del acto de este miércoles. El Ejecutivo, que sigue negando la derrota en las elecciones del domingo, intentará utilizar la fecha como un “relanzamiento de gestión”.

“Comienza una nueva etapa, se terminó la pandemia, nos estamos recuperando de lo que dejó el macrismo. Ese es el mensaje. El Gobierno que queremos arranca ahora”, señalan en la Casa Rosada. “También se trata de recuperar la ‘mística’ peronista, no somos derrotados”, agregan.

“El miércoles, que se celebra el día de las militancias, llenemos la Plaza de Mayo y celebremos este triunfo como corresponde”, dijo Alberto Fernández la noche del domingo al conocerse los resultados de las elecciones.

El Frente de Todos perdió por más de 8 puntos a nivel nacional contra Juntos por el Cambio. La importante remontada del oficialismo en la provincia de Buenos Aires no alcanzó para revertir la derrota de las PASO.

Cristina Kirchner pierde desde el próximo mes el quórum en el Senado y la composición de la Cámara de Diputados, que todavía no quedó completamente definida, marca un escenario de fuerte paridad.

“Acá no hay transición como dijo el inimputable de Macri sino que vamos a seguir trabajando para revertir la situación económica y en el 2023 el peronismo va a seguir gobernando”, dijo uno de los tres cotitulares de la CGT, Pablo Moyano, tras la reunión de este martes con Manzur.

El sindicalista dejó en claro lo que el oficialismo celebrará este miércoles: no haber perdido por más votos. Mientras tanto, los distintos sectores del Frente de Todos mantienen una pax armada.

La concentración fue convocada para este miércoles a las 15 en la intersección de Avenida de Mayo y 9 de Julio, desde donde las columnas se trasladarán a Plaza de Mayo.

La marcha paralizará el centro de la Ciudad de Buenos Aires, durante varias horas y desde antes de las 15 por la llegada de la militancia desde distintos puntos de la Capital y la provincia de Buenos Aires.

Los gremios se movilizarán hacia Plaza de Mayo por Diagonal Sur, los movimientos sociales por Avenida de Mayo y, por último, los intendentes y La Cámpora lo harán por Diagonal Norte.

Esta previsto que Alberto Fernández sea el único orador de acto, para el que el Gobierno ya instaló desde este martes un escenario frente a la Casa Rosada.

Los sectores del Frente de Todos firmarán además un documento que hará referencia al inicio de una “segunda etapa” del Gobierno, algo que había expresado el domingo el Presidente.

El 17 de noviembre de 1972, Juan Domingo Perón retornaba a la Argentina tras 17 años de exilio, después del golpe de Estado que en 1955 lo había derrocado de la Presidencia.

En la que es considerada una de las movilizaciones más grandes de la historia argentina, una marea humana se movilizó para recibir a su líder. Bajo la lluvia, se lanzó a las calles para intentar llegar a Ezeiza. Treinta y cinco mil soldados del ejército, apoyados por la policía, cercaron el aeropuerto e impidieron la llegada de los militantes.

El sindicalismo había dispuesto un paro general, convirtiendo a la CGT en el lugar central del Operativo Regreso. En ese sentido, una imagen marca el recuerdo de su retorno a suelo argentino: José Ignacio Rucci, paraguas en mano, cubriendo de la lluvia a Perón. Un año más tarde, Rucci fue asesinado a balazos por Montoneros, en otra interna peronista.