Paulo Dybala fue fundamental para que este martes la Juventus venciera al Zenit por 4-2 en la fase de grupos de la Champions League. El argentino metió un doblete, llegó a los 104 tantos y superó a Michel Platini, que a lo largo de su carrera en el club italiano contabilizó 104 gritos.

El cordobés tuvo una gran idea: celebró los goles como hacía el exfutbolista francés. Se recostó en el césped y se tomó la cabeza. Rápidamente sus compañeros se acercaron para felicitarlo.

Juventus-Zenit: la crónica del partido

La Juventus se clasificó matemáticamente para los octavos de final de la Champions y con esto baja un poco el nerviosismo que rodea al club por el mal desempeño en la Serie A.

Dybala hizo casi todo bien. En el capítulo de los errores, solo sumó un penal fallado, pero hasta tuvo suerte, porque tuvo que repetirlo y marcó. También hizo otro gol, el primero del Juventus, pegó un tiro en el palo y, sobre todo, se encargó de comandar todo el ataque de un equipo que necesitaba ganar sí o sí.

Con paso errático en la Serie A, a los hombres de Massimiliano Allegri se les presentó la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions como un antídoto para aliviar todos los males de un curso que será largo en Italia.

Noveno en Liga a 16 puntos del líder (Napoli) después de once jornadas, Juventus necesitaba dar un golpe encima de la mesa para demostrar que, por lo menos, por el continente, merecía cierto respeto y debía ser tenido en cuenta.

El jugador argentino capitalizó casi todas las acciones de peligro de La Vecchia Signora. Se encargó de desquiciar a la defensa del Zenit, que sufrió cada vez que el cordobés tomaba la pelota.