Muy poca ambición para todo lo que había en juego: desde el planteo del entrenador hasta la actitud que mostraron los jugadores durante gran parte del cotejo. Boca retrocedió varios casilleros, cayó por 2-0 ante Vélez en Liniers y se despidió completamente de la pelea por la Liga Profesional del fútbol argentino al quedar a nueve puntos de River, con un partido más disputado.

El Fortín fue protagonista del encuentro desde el inicio. Se adueñó de la pelota y empezó a arrinconar a un equipo que apostó sus fichas a cuidar el cero en su arco. Con el correr de los minutos, el local empezó a merecer el primer tanto. Y antes de irse al descanso, tuvo su recompensa: Federico Mancuello recibió un centro pasado y con un bombazo, que se desvió en Cali Izquierdoz, marcó el 1-0.

En la segunda mitad se vio más de lo mismo. El Xeneize se adelantó unos metros en la cancha e insinuó un poco más, pero no alcanzó. Vélez fue inteligente, se paró bien en la mitad de la cancha y aprovechó los espacios para intentar lastimar en la contra. Ya en tiempo cumplido, fue Cristian Tarragona el encargado de sentenciar el triunfo.

Preocupación en Boca por las lesiones de Marcelo Weigandt, Juan Ramírez y Marcos Rojo

La derrota en el estadio José Amalfitani no fue la única mala noticia para Boca. En el cuerpo técnico también hay preocupación por las lesiones de Weigandt, Ramírez y Marcos Rojo. El lateral sufrió una luxación en el hombro derecho y abandonó el campo de juego entre lágrimas, con mucho dolor. Estiman que podría estar sin jugar cerca de un mes. El defensor central terminó el duelo con una sobrecarga en el gemelo y el mediocampista sufrió una lesión en la rodilla izquierda. Aguardarán estudios médicos.