El flamante rector de la Universidad Nacional de Catamarca, Oscar Arellano, se refirió a los desafíos que se plantean para la gestión de la pospandemia. En este sentido, consideró que es necesario encontrar un punto medio entre la educación presencial y la virtual, convencido de que ambas son necesarias. El jueves 30 será el acto formal en el que se le tomará juramente como Rector, acompañado por la vicerrectora Elina Silvera de Buenader. Ese mismo día podría asumir el equipo que acompañará al flamante Rector y también se les tomará juramento a los decanos y decanas que fueron electos/as este año en cada una de las

siete facultades. 
En declaraciones a Radio Ancasti, Arellano señaló como prioridad el fortalecimiento de la enseñanza virtual en la educación universitaria. En ese marco, se mostró dispuesto a articular con el Gobierno provincial y los municipios para mejorar las condiciones de conectividad.

“Siento, antes que nada, mucha responsabilidad y compromiso, mucho orgullo de que la Asamblea me haya concedido la posibilidad de poder ser rector de la Universidad en estos próximos 4 años”, empezó diciendo Arellano, que elogió la gestión de Flavio Fama y trazó objetivos.

Virtualidad
“La pandemia ha sido un desastre mundial, no vamos a ser los primeros en decirlo. Hubo pérdidas familiares muy duras, gente que tiene que sobrellevar cuestiones de salud, además de lo económico. Sin embargo, para la Universidad, la virtualidad, ha obligado un proceso de adaptación muy rápido, algo que en muchas universidades del mundo se venía dando”, manifestó el ingeniero.

Arellano comentó que desde 2010 se había puesto en marcha la plataforma Moodle en el ámbito de la facultad y la capacitación de los docentes. "La pandemia nos obligó a todos a tomar la instancia virtual como única manera posible de tomar clases.

Estamos volviendo a la presencialidad, los chicos están reclamando la presencialidad, la vida social del estudiante, el contacto con el docente es fundamental. Pero es un desafío de la universidad pública en Argentina encontrar un punto medio entre la presencialidad y la virtualidad, aprovechar las virtudes de la enseñanza virtual. Y que esto nos permita llegar a más ciudadanos. Esto nos permitiría ampliar las fronteras, si tenemos carrera de calidad”, graficó.

“Doy por ejemplo un estudiante de Chumbicha. Antes tenía que venir a la Capital toda la semana para las clases. Entonces es trasladarse, alquilar y son costos. El desastre económico de la pandemia ha hecho que haya más pobres y que además la clase media hoy esté debajo de la línea de la pobreza. Cómo hace esa familia para mandar chicos a la universidad. Es imposible”, explicó Arellano.

“Entonces tenemos que ver, con cada carrera, con cada facultad cómo encontramos ese punto medio para que, por ejemplo: un chico en Chumbicha venga una vez a la semana, se quede todo el día y vuelva. Cada carrera tiene su impronta, en otras la exigencia de la presencialidad es muy potente y es un debate que se tiene que dar en cada facultad y dentro de cada carrera", sugirió. 

Para materializar este objetivo, Arellano dejó en claro que un punto clave es la conectividad. En este sentido, admitió que la relación con el Estado es clave para conseguir una solución que puede traer oportunidades.

“Hay que establecer redes de calidad de internet accesibles en el interior, este es un desafío. Vamos a hablar con los intendentes, con el Gobierno, para trabajar en conjunto y se permita que más chicos se puedan conectar. Es un trabajo profundo, de la universidad y lo vamos a intentar, hay buen dialogo. Se puede avanzar”, aventuró. 

El cambio 
Después de 35 años se produce un hecho histórico en la Universidad y es que el rector surja de la Facultad de Ciencias Agrarias y relegue a la Facultad de Tecnología y a la carrera de ingeniero agrimensor que dio a los últimos tres rectores: Eduardo Brizuela del Moral, Julio Salerno y Flavio Fama. 

"Es un hecho histórico, y hay que valorarlos por lo que hicieron. Yo creo que los tres han sido muy buenos rectores y Carlos Savio, (actual decano de la Facultad de Tecnología) tenía toda la capacidad para serlo, pero en los ámbitos de la UNCa también había una impronta de que era necesario un cambio", manifestó Arellano. 

“Flavio (Fama) hizo una buena gestión y aspiro a poder mejorar todo eso. Quiero que al final de la gestión se pueda decir que ha sido valiosa no solo para la Universidad, sino para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, mientras más ciudadanos accedan a la educación universitaria serán herramientas para su desarrollo y el de la provincia. Es el objetivo de los fundadores (de la UNCA) y ojalá podamos cumplir con ese gran anhelo”, expresó. 

Por último, Arellano se refirió a la posibilidad de la implementación de la elección directa de las autoridades universitarias, tal como ya lo realizan otras Casas de Estudios. En este marco, comentó que el tema se debatió en Catamarca cuando se avanzó con la reforma del Estatuto Universitario y en ese momento su opinión fue que en universidades chicas, como la de Catamarca, es mejor mantener la elección indirecta para que la política no tenga tanta injerencia para definir autoridades.