River se despidió de una manera muy dolorosa, sobre todo para un equipo que en los últimos años estaba acostumbrado a pelear hasta el final El equipo de Marcelo Gallardo fue goleado en Brasil 3 a 0 por Atlético Mineiro y quedó eliminado en los cuartos de final de la Copa Libertadores. Fue con un global de 4 a 0, ya que en la ida, en el Monumental, había perdido 1 a 0.

Matías Zaracho y Hulk fueron las grandes figuras del partido. El argentino metió dos goles (el primero fue una tijera colosal, una maravilla) y el brasileño se sumó con otra perla. Salvo los primeros minutos, donde hubo algo de paridad, el partido estuvo siempre en control del local.

Si el River de Gallardo solía quedarse en partido hasta los últimos minutos, lo de este miércoles por la noche fue un golpe difícil de asumir. La serie se resolvió rápido: Mineiro se fue al entretiempo 2 a 0 arriba y a los 16 minutos del segundo tiempo, le bajó el telón a la llave de cuartos de final, con el 3 a 0. La última media hora estuvo totalmente de más. El Millonario no fue competitivo esta vez. Eso es lo que más llama la atención.

El Galo tuvo el apoyo de su público que agotó las 18 mil localidades que se pusieron a la venta. El escenario fue una fiesta para el conjunto brasileño, que vio cómo sus jugadores dominaban a River en cada sector del campo. Incluso sin Nacho Fernández, que se perdió el partido por haber sido expulsado en la ida.

El equipo dirigido por Gallardo también tuvo una baja importante, ya que el mediocampista Enzo Pérez estará ausente por acumulación de tarjetas amarillas. Sin embargo, la diferencia no se explica por eso. La superioridad de Mineiro fue tan grande que para encontrar el por qué hay que ir al funcionamiento.

Mientras que el equipo de Cuca avanza muy bien en todas sus competencias, River se desarma semana tras semana. Esta derrota parece marcar un quiebre. No solo por el diferencia en el resultado de esta serie, sino por la lejanía que existe entre el equipo de hoy y el que supo ser.