ECONOMíA
28 de junio de 2021
Cumbre en Olivos para frenar el dólar: qué medidas evaluaron Alberto Fernández y Martín Guzmán
En la noche del sábado, el Presidente recibió a solas al ministro de Economía. La escalada en el segmento paralelo fue el eje del encuentro. Todas las miradas están puestas en el arranque del mercado.
El dólar blue arranca la semana en su máximo valor en ocho meses. La renovada presión sobre la divisa informal encendió las alertas en la Casa Rosada, donde empezaron a barajar mecanismos para recuperar la calma cambiaria, al menos hasta las elecciones, antes de que la escalada sea mayor.
La tensión sobre la divisa era esperada para agosto, pero se adelantó dos meses y generó preocupación tanto en el presidente Alberto Fernández como en la vice Cristina Kirchner. Ambos saben que la estabilidad del tipo de cambio es una pieza fundamental para buscar un triunfo legislativo, tanto en las primarias de septiembre como para las generales de noviembre.
La divisa paralela se recalentó: pasó de ser la opción más barata del mercado a $174 del cierre del viernes, un alza de 11,5% en apenas 2 semanas. Así el blue se posiciona como la alternativa más cara, por encima del dólar solidario, el Bolsa o el “contado con liqui”.
Por eso, mientras la divisa subía y recuperaba en 15 días lo que había perdido en tres meses, se focalizó en un plan de contingencia para contener la escalada. El objetivo es tratar que el billete paralelo no se escape.
En ese marco, Fernández recibió a solas en la residencia oficial de Olivos con el ministro de Economía, Martín Guzmán. La cumbre estuvo centrada en cómo tranquilizar al dólar blue. Fue en la noche del sábado. Entre los mecanismos analizados, la estrategia elegida será una mayor intervención del Banco Central (BCRA) sobre el financiero e informal.
Se busca neutralizar la presión del dólar informal sobre las cotizaciones oficiales del billete estadounidense, a la vez de minimizar un casi seguro traslado a precios, que derivaría en una nueva escalada de la inflación, otra de las apuestas oficiales hacia las elecciones legislativas.
La intervención es una herramienta habitual que, junto con la “prolijidad” fiscal que mostró Economía desde noviembre último, permitió bajar la brecha entre el paralelo con el dólar oficial y el mayorista.
Pero esta vez la autoridad monetaria que lidera Miguel Pesce enfrenta una dificultad mayor: un menor el ingreso de divisas del campo, lo que puede limitar su poder de fuego para moderar las cotizaciones “libres”.
Tras un alza de 82% interanual en mayo, con más de US$3500 millones liquidados por los exportadores, este mes los dólares del campo comenzaron a escasear ante la fuerte baja de los precios internacionales de la soja, el maíz y el trigo.
Esa menor disponibilidad de divisas se extenderá en los próximos meses, dado que a partir de agosto ya fue vendida buena parte de la cosecha gruesa. Para fines del octavo mes del año, se espera la llegada de los “fondos pandemia” del FMI, por los que Argentina sumará unos US$4300 millones a sus reservas. Ese mes también opera el primer vencimiento de capital con el organismo que lidera Kristalina Georgieva.
A mediados de la semana pasada, Guzmán había desestimado cualquier expectativa de devaluación tras los comicios legislativos. “El tipo de cambio real está bien. Estamos cada vez más fuertes”, afirmó el funcionario. Y señaló que esperaba para junio una inflación similar a la de mayo (que cerró en 3,3%) y confió que el inicio del proceso de desaceleración de precios comenzaría con el segundo semestre.
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